Llegar a La Habana después de varios días de playa y hoteles increíbles es un contraste muy marcado, no solo por una está en una gran ciudad, sino y sobre todo porque uno esta viendo una ciudad que hace un tiempo deba haber sido increíble y que hoy esta casi en ruinas. La Habana es una ciudad con edificios antiguos, con grandes avenidas y pequeñas calles, con una vida propia increíble y sobre todo con gente muy amable y predispuesta a ayudarte y servirte en todo momento. Además los días que pudimos pasar en La Habana tuvieron un condimento especial, que fue la renuncia de Fidel Castro, justo cuando estábamos en la isla. Lo extraño era que para la gente común, para el pueblo Cubano, esta no era una gran noticia, ya que ellos lo esperaban, para los turistas y sobre todo para el periodismo internacional si era una gran noticia y La Habana estaba llena de periodistas de todos lados que buscaban la gran noticia.
En La Habana recorrimos todo lo que pudimos, teniendo en cuenta que estábamos con 4 niños que no querían caminar, que tenían calor, que extrañaban la playa y que no veían nada atractivo para comprar o pedir… Por eso alquilamos un carruaje que nos llevó a recorrer la ciudad y a conocer los puntos turísticos.
Paramos en el Hotel Tryp Habana Libre, un hotel enorme con miles de habitaciones y con una muy buena vista a la ciudad de un lado y al mar del otro. http://es.solmelia.com/hotel/tryp-habana-libre.htm
La última noche fuimos a ver el cañonazo, una ceremonia que se hace en el antiguo fuerte a la noche. Cuando estaban los españoles en la isla, todas las noches se tiraba un cañonazo y era la señal de que se cerraba el puerto. El espectáculo dura unos pocos minutos pero es muy interesante porque recrean un ambiente tan especial que uno realmente se siente en esa época.
Realmente pasamos unas vacaciones inolvidables en Cuba, en familia, con amigos y en un país único con playa inigualables.
En La Habana recorrimos todo lo que pudimos, teniendo en cuenta que estábamos con 4 niños que no querían caminar, que tenían calor, que extrañaban la playa y que no veían nada atractivo para comprar o pedir… Por eso alquilamos un carruaje que nos llevó a recorrer la ciudad y a conocer los puntos turísticos.
Paramos en el Hotel Tryp Habana Libre, un hotel enorme con miles de habitaciones y con una muy buena vista a la ciudad de un lado y al mar del otro. http://es.solmelia.com/hotel/tryp-habana-libre.htm
La última noche fuimos a ver el cañonazo, una ceremonia que se hace en el antiguo fuerte a la noche. Cuando estaban los españoles en la isla, todas las noches se tiraba un cañonazo y era la señal de que se cerraba el puerto. El espectáculo dura unos pocos minutos pero es muy interesante porque recrean un ambiente tan especial que uno realmente se siente en esa época.
Realmente pasamos unas vacaciones inolvidables en Cuba, en familia, con amigos y en un país único con playa inigualables.